Tuesday, April 25, 2017

Joaquín Bartrina

Un joven atormentado

Joaquín Bartrina (Joaquim Maria Bartrina i d'Aixemús) nació en Reus (Tarragona) el 26 de abril de 1850 en el seno de una familia burguesa. Adquirió como autodidacta vasta y desordenada cultura. Fue poeta, dramaturgo, ensayista, narrador y periodista. Enfermo de tisis, murió en Barcelona el 3 de agosto de 1880, a los treinta años de su edad.

Progresista y de ideas materialistas, tradujo El origen del hombre de Darwin y publicó folletos con títulos tan explícitos como ¡Guerra a Dios! Escribió tanto en catalán como en castellano. Sus obras pueden encontrarse aquí, aquí, aquí, en la Biblioteca Nacional.

A las veces imita a Campoamor, a Bécquer a las veces. Pero es quizás el poeta más sincero y original de nuestro siglo XIX.



Arabescos

Huele una rosa una mujer dichosa

y aspira los perfumes de la rosa;

la huele una infeliz

y se clava una espina en la nariz.

———



¡Qué escándalo ha precedido

a la invención del vestido!

¡Y qué delitos tan graves

a la invención de las llaves!

———



El que pierde a su padre

llora afligido,

y el que pierde dinero

se pega un tiro.

———



El verbo gozar, creo

que es defectivo,

pues no tiene presente

de indicativo.

———



La envidia y la emulación

parientes dicen que son;

aunque en todo diferentes,

al fin también son parientes

el diamante y el carbón.

———



El último alquimista

cuando hubo ya agotado su tesoro,

encontró una manera de hacer oro:

inventó el accionista.

———



En una gota de agua,

que era su todo,

se reunieron en junta

tres infusorios

y allí acordaron:

que fuera de la gota

no había espacio;

que lo que ellos creían

era lo cierto;

que eran de lo absoluto

únicos dueños,

reyes de todo.

He aquí lo que acordaron

tres infusorios.

———



Oyendo hablar a un hombre, fácil es

acertar donde vio la luz del sol;

si os alaba á Inglaterra, será inglés,

si os habla mal de Prusia, es un francés,

y si habla mal de España, es español.

———



Fabulita

Juan tenia un diamante de valia,

y por querer saber lo que tenia

la química estudió, y ebrio, anhelante,

analizó el diamante.

Mas ¡oh! ¡Qué horror!... Aquella joya bella,

lágrima al parecer de alguna estrella,

halló con rabia y con profundo encono

que era solo un poquito de carbono.

Si quieres ser feliz, como me dices,

no analices, muchacho, ¡no analices!

———



Fábula

De los lentes de un botánico

cayó un cristal, se hizo piezas,

y quedó sobre una hormiga

un pedazo al dar en tierra.

Las hormigas al pasar

deteníanse y, sorpresas,

contemplaban a una hermana

de tan rara corpulencia

y la pequeñuela hormiga,

debajo del cristal presa,

convertidas en gigantas

miraba a sus compañeras;

en tanto el sabio reía

del terror de todas ellas.

¡Entre cristales de aumento

cuanta gente se pasea!

———



Aniversario

Abrazada con su madre

contemplaba triste Andrea

el entierro de su padre

y alguien murmuró: —¡Qué fea!

Subióle al rostro el rubor,

arrugóse su entrecejo,

y olvidando su dolor

corrió á mirarse al espejo.


Una año después, llorando

y que su luto acababa

alegre considerando,

la madre a la hija así hablaba:

—¡Hoy se cumple un año, Andrea!

—¿Hoy? ¡No recuerdo.... es extraño!

¡Ah, sí, sí! Hoy hace un año

que un hombre me llamó fea.

———



Madrigal(?) futuro

Juan, cabeza sin fósforo, con Juana

paseaba una mañana

(24 Reaumur, viento NE

cielo con cirrus) por un campo agreste.

Iban los dos mamíferos hablando,

cuando Juan se inclinó, con el deseo

de ofrecer a su amada, suspirando,

un Dyanthus Cariophyllus de Linneo.

La hembra aceptó, y a su emoción nerviosa

en su cardias la diastole y la sístole

se hizo más presurosa,

los vasos capilares de la facies

también se dilataron

y al punto las membranas de su cutis

sonrosado color transparentaron.

———



Silogismo

Si al ser feliz creo serlo

sufro en mi dichoso estado,

porque me hace desgraciado

solo el miedo de perderlo,

y si estoy bien sin saberlo,

pues no lo sé no lo estoy.

Asi, mañana como hoy,

ser feliz nunca podré,

pues si lo soy no lo sé

si lo sé... ya no lo soy.

———



De omni re scibili

...
Sé que soy un mamífero bimano

(que no es poco saber)

y sé lo que es el átomo, ese arcano

del ser y del no ser.

Sé que el rubor que enciende las facciones

es sangre arterial;

que las lágrimas son las secreciones

del saco lacrimal;

que la virtud que al bien al hombre inclina

y el vicio, solo son

partículas de albúmina y fibrina

en corta proporción;

...
¡Y aun dirán de la ciencia que es prosaica!

¿Hay nada, vive Dios,

bello como la fórmula algebraica

C = π r 2 ?

———



Epístola

Fabio: consejos me pides

que sirvan para guiarte

en las mundanales lides,

y consejos voy a darte,

¡ojalá no los olvides!

...
Aunque olvides los demás

sigue siempre este consejo:

no quieras a nadie más

que a aquel que dentro verás

cuando mires á un espejo.

...
Cree en Dios y en la mujer,

¡es tan cómodo el creer!

Aquel que se arroja al mar

si fe no alcanza a tener

nunca aprenderá a nadar.

...
"Has de estudiar la moral
en el código penal."

"Ten por axioma profundo

que el mal, hoy por hoy, no es mal

hasta que lo sabe el mundo."

...
En fin; haz por ser virtuoso

de una manera agradable;

no quieras hacer el oso;

sé con todos bondadoso

y aprende á tirar el sable.

———



Ecce Homo!

Hace ya veinte y cuatro años

que vivo solo conmigo,

y hace cuatro que deseo

divorciarme de mí mismo

...
Y si me causa la vida

aburrimiento y fastidio,

solo al pensar en la muerte

me vienen escalofríos.

Mal si vivo, y peor si muero,

ved si estaré divertido...

...
¡Maldita sea mi suerte,

y el dia sea maldito

en que me enviaron al mundo

sin consultarlo conmigo!

———



Thursday, April 20, 2017

Francisco Añón

Un simpático rexurdidor

Francisco Añón Paz murió en Madrid el 20 de abril de 1878. Había nacido en Boel, aldea del Ayuntamiento de Outes (La Coruña), el 9 de octubre de 1812. Estudió en el Seminario de Santiago y en aquella Universidad, donde se graduó en Filosofía y en Leyes. De ideas avanzadas y espíritu bohemio, viajó por Andalucía, Portugal, Francia e Italia. Finalmente se estableció en Madrid, donde malvivió hasta que, como dice Victorino Novo en el estudio que encabeza la edición de sus Poesías en la Biblioteca Gallega (1889),

(...) enfermo, viejo y pobre, resignado con su enfermedad y su pobreza, buscando donde caerse muerto, fué Añón el día 15 de Abril de 1878 al Hospital de la Princesa: ocupó cinco días una cama de la sala de San Lesmes, y murió el día 20(...)

Su cuerpo fue enterrado en la fosa común.

Añón ocupa un lugar destacado en la historia de la literatura gallega como precursor del Rexurdimento del s. XIX. También escribió en castellano. Aquí recogemos la mayoría de sus epigramas, que manifiestan habilidad técnica y apacible ingenio verbal, aunque alguno de ellos es francamente irreverente

Nota: Por lo limitado de mi conocimiento de la lengua, transcribo los poemas gallegos con la misma grafía de la edición de 1889.



Dijo en noche despejada

a su cocinera un cura:

—¿No te pasma la hermosura

de esa bóveda estrellada?

Y ella al punto ha contestado:

—¡Pues miren que maravilla!

¡Bah! Si el cielo está estrellado

es porque no está en tortilla.

———



Dijo á Carmen su marido:

—Un día me has de enseñar

aquel hermoso lunar

que en tu seno está escondido.

Con modesta cobardía,

respondióle su mujer:

—Un día... no puede ser,

porque no hay lunar de día.

———

v.7: imagino que este lunar es castellanización del gallego luar.



A un pobre ciego un barbero

le hacía la cara rajas,

y con gesto placentero

le pregunta el majadero:

—¿Que tal están las navajas?

—Están muy buenas, ¡pardiez!

Haces prodigios con ellas;

pues yo desde mi niñez

nada veo, y de esta vez

me has hecho ver las estrellas.

———



"Enseña lengua española

en una sola lección

don Felipe de Mendiola",

anunciaba un cartelón.

Y á la turba que le espera

dice el charlatán risueño,

echando la lengua fuera:

—Esta misma que os enseño,

¡Juro a brios! que es lengua ibera.

———



Entre la algazara y broma

de gran banquete, difunto

quedó un cardenal de Roma:

dicen que murió de un punto;

sería de un punto y coma.

———

Punto: supongo que instante.



El cesante Don Mamerto,

que vivir harto quería,

se hartó de hambre cierto día,

y esta indigestión le ha muerto.

———



Un bachiller pobretón

pagó el alquiler de casa,

y al contar, dijo el patrón:

—Tome, este cuarto no pasa.

—¿No pasa? Calla, avestruz,

que soy como Satanás,

sé que en los cuartos hay cruz

y no los miro jamás.

———

Este cuarto no pasa: no acepto esta moneda.



Lloraba Juan sin consuelo,

en tristes penas agudas,

de que un bribón rapazuelo

le destrozara sin duelo

sus ricas peras de Judas.

Y un compadre que le oyó,

—Tonto —le dijo— ¿y te alteras

porque un rapaz las robó?

¿No son de Judas las peras?

Pues Judas se las llevó.

———

Peras de Judas: no conozco esta variedad, que supongo propia de la comarca donde Añón nació.



Dijo á un trovador Inés:

—Esos versos son muy bellos,

inspiran mucho interés.

—Los pongo, hermosa, á tus pies.

—Yo me bajaré á cojellos.

———



Inés en la iglesia hojea

un libro patas arriba,

porque la gente la vea;

pero detrás risotea

masculina comitiva.

Entonce un joven cortés

acercóse, y con modestia

le dijo:—Ese libro, Inés,...

—Fue mi criada; esa bestia

siempre me lo da al revés.

———



Ante a Torre d'Hércules

—Esta torre fay mil anos

Que a fijeron os fenicios.

—Tamen hay alguns indicios

De que é obra d'os romanos.

—Sodes n'a historia profanos

E en sentenciar moy ligeiros

Pois nin foron os primeiros

Nin os segundos ¡aposto!

—Tíranos de duda, Agosto:

Di ¿quens foron? —¡Os canteiros!

———



Deshacíase un patán

en necia risa importuna,

porque el astrónomo Juan

contó las leguas que van

desde la tierra á la luna.

—Vaya, es cosa de reir,

—dijo barbotando él—

¿Quién pudo al cielo subir,

para las leguas medir

a palmos por un cordel?

Juan, entonces, de improviso,

le dijo en tono jovial:

—Se sabe esto por hechizo.

Quedose el payo indeciso

y dijo —Entonces... tal cual.

———



De seis jumentos en pos

iba un viejo, y con solaz

al pasar, dijo un rapaz:

—Padre de burros, adiós;

—Hijo mío, vete en paz.

———



Cierto día que pasaba

un féretro al cementerio,

un doctor muy grave y serio

preguntó quién se enterraba.

—Rodrigo Jiménez Valle—

una vieja respondió.

Y dijo el médico: —Calle,

a ese le he curado yo.

———



O saltar este regueiro,

Certa noite de troboada

Caéu d'un-a trambullada,

Chispo, Groriño d'Outeiro;

Acode o lugar enteiro,

Faise a autosia de Groriño;

Os médicos o fuciño

Morden, á pesar d'a cencia,

Pois non saben en concencia

Se afogou d'agua ou de viño.

———



Un gato de policía

pidiole con insolencia

a un cazador la licencia

del arma, y él respondía:

—Dentro aquí del cañón va.

¿Quiere usted verla? —y le apunta.

—Dispense usted la pregunta;

¡Si estoy convencido ya!

———

v.1. gato: "ladrón". Supongo que aquí es meramente despectivo.



Un estudiante adoraba

cierta dama rica y bella:

pidiósela al padre de ella,

y el viejo le replicaba:

—Para hacer el mediodía

mi niña tendrá quizás;

si tu trajeras a más

para cenar... a fe mía...

Y el tuno, con faz serena,

le atajó: —Señor, por Dios,

no hay necesidad de cena:

ayunaremos los dos.

———



En el momento de regalarle a Teodosio Vesteiro Torres la Historia del Emperador Teodosio.

N'a miña gran libraría,

Que conta volumes cinco,

Topey este, e dey un brinco

Cando n'el Teodosio lía.

¡Vede-l'o demo! decía,

¿Si será Vesteiro Torres?

Mais ja que por libros morres,

Si algo lambiscan de historia,

Garda esta probe memoria,

E d'a tua non me borres.

———

Teodoro Vesteiro: joven poeta amigo de Añón, que muy pronto había de suicidarse.



Soneto

Te pones colorada si te miro;

"¿Me quieres?", te pregunto, y palideces;

Te lo repito cuatro ó cinco veces,

y tu contestación es un suspiro.

Cuando loco de amor por tí deliro,

te quedas pensativa y enmudeces...

Comprendo esos remilgos y esquiveces,

tengo un rival, estorbo, me retiro.

—-Qué te pasa Perico?—¡Ay, don Matías!

La ingrata, la perjura, me ha olvidado!

Ya ni aun responde á las querellas mías.

¡Un veneno, un rewolver! —¡Desdichado!

¿Pues no sabes que Lola se ha quedado

más sorda que una tapia hace tres días?

———



Un militar se alojó

en casa del cura Ortiz;

con el párroco cenó,

que en la mesa presentó

pan de trigo y de maíz.

Como el soldado comía

del de trigo, dijo el cura:

—¡Qué brona, por vida mía,

vaya, parece ambrosía!

¡Pruébela usted! ¡Qué dulzura!

—Gracias —respondió con nervio—

por tan urbano interés;

mas, como dice el proverbio,

Dios aborrece al soberbio;

pan de trigo bueno es.

———

Borona es el pan de maíz, alimento que se consideraba de inferior calidad. El DRAE no recoge la variante brona.



La bella Adelita estaba

enamorada de un cura.

su abuela la regañaba

por aquella travesura;

pero ella le replicaba:

—Ya desde la infancia mía,

(Por Dios, no me riña, abuela)

si en misa me distraía,

siempre usted me repetía:

"¡Mira para el cura, Adela!"

———



¿Qué importa, viador, que metas

en nuestro peto dinero,

si un párroco majadero

nos tiene aquí de alcahuetas?

Por chuparnos las pesetas

tal vez manda al sacristán

que entone a paso de can

medio responso si place,

y con requiescat in pace

nos despacha el perillán.

———

Dedicado a un amigo cura que le pedía una inscripción para el cepillo de las ánimas de su iglesia.



Un crego ó tempo d'alzar

Viu á través d'a vidreira

Gatiñando á sua figueira

Un rapaz d'os d'o lugar.

—¡Inda te suban os demos!

—Dijo todo incomodado—

¡Sube, sube, condanado

Que dempois ja nos veremos!

———



Epitafios

Yace aquí—nadie se duela—

una avarienta señora,

que hizo siempre centinela

a las onzas que atesora;

y está desquitando ahora

los días que pasó en vela.

———



Yace aquí el doctor Fandellas,

que vivió de partear

a casadas y doncellas;

pues bien, que le recen ellas,

que yo no pienso preñar.

———



El escribano Garduñas

bajo esta piedra reposa,

sellada con cuatro cuñas:

bien hecho, que con las uñas

pudiera apartar la losa.

———



—"Aquí yace una doncella..."

—Eso es mucho adivinar:

Moriría sin casar,

lo demás... súpolo ella.

———



Esta losa sepulcral

guarda á un médico afamado,

a quien la muerte ha matado

por librarse de un rival.

———



Monday, April 10, 2017

Leopoldo Cano

Las saetas del general

Don Leopoldo Cano y Masas murió en Madrid el 11 de abril de 1934. Había nacido en Valladolid el 13 de noviembre de 1844. Siguió la carrera militar. Luchó contra los carlistas, fue profesor en la Escuela Superior de Guerra y llegó al grado de general de división. Escribió para el teatro y en la escena tuvo notables éxitos, el mayor quizás con el drama La pasionaria. En 1910 ingresó en la Academia Española.

También escribió algunas poesías líricas, recogidas en Saetas (aquí). De ellas dice el buen Cossío que

[...] representa Leopoldo Cano el malhumor español más característico, la amargura disfrazada por la risa.
Sus saetas (que, por cierto, no son las únicas composiciones que aparecen en el libro, aunque así se titule) son en realidad epigramas, más agrios que ingeniosos.



Saetas

He cumplido cuarenta años;

hace veinte que me aburro

y diez que estoy estorbando.

———



Voy solo por este mundo

hacia donde no va nadie,

y algunas veces me estorba

el compañero de viaje.

———



A la reja de la cárcel

no me vengas a llorar,

que hoy van a darme el indulto,

mañana una credencial.

———



¡Qué buenas cosas se calla!

¡Qué imponente es su silencio!

Pues ese será muy pronto

Presidente del Consejo.

———



¡Oh poder de la oratoria!

Apenas se abren las Cortes

empieza a bajar la Bolsa.

———



—¡Ya no se escribe una obra

que no ultraje a la decencia!

—Sí; desde que usted no cobra,

el Arte está en decadencia.

———



¿Me censura con afán

y eso le da mucha fama?

Dile, por Dios, que haga un drama;

verás qué grita le dan.

———



Dos cosas que no hallarás:

un alacrán sin veneno,

y un pedante que halle bueno

lo que escriben los demás.

———



Entre mil hombres honrados,

elige el mejor amigo;

y, si echas algo de menos...

regístrale los bolsillos.

———



—¡Caballero! Una limosna...

—¿Por qué se quedó usted manco?

—Porque un amigo sincero

me dio un apretón de manos.

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Huyendo va la Amistad

ante la Tribulación;

que el amigo y el alción

huyen de la tempestad.

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Cuando halaga, te hace sangre;

si acaricia, despelleja;

cuando saluda en la calle

parece que te da audiencia.

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Yo te llamo don Fulano

y tú, Fulanito a mí;

y tú te quedas ufano

y yo... me río de ti.

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De las cosas de este mundo

es la que me hace más gracia

ver la cara de los tontos

cuando creen que me engañan.

———



—¿Quién era el muerto que arrastran

cuatro potros alazanes?

—Uno que logró su empeño

de irse al infierno en carruaje.

———



Entre cuatro hachas de viento

te llevaban una noche,

y dije: "Ese ha fallecido;

tuvo talento. ¡Pobre hombre!"

———



Los chiquillos de mi tierra

blasfeman con mucha gracia,

besan la mano a los curas

y apedrean las estatuas.

———



La vida del hombre malo:

primero, el ocio y el lujo;

después, el juego y el robo;

y, luego, el Juez... y el indulto.

———



En un álbum

Lo mismo que tu sombra,

la dicha vaga;

si la persigues, huye;

si huyes, avanza;

si caes, llega;

y nunca te abandona

cuando te entierran.

———



En otro

Escucha mi atrevido pensamiento:

...Me llama mi mujer. Vuelvo al momento.

———