Thursday, September 28, 2017

Miguel de Cervantes

Qué vamos a decir...

Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares (Madrid) antes del 9 de octubre de 1547, supuestamente el​ 29 de septiembre, y murió en Madrid el 22 de abril​ de 1616. De su novelesca vida puede el lector hallar noticia en cualquier libro de Historia de la Literatura.

De su ingenio irónico y burlón quedan abundantes muestras en sus novelas y en el Viaje del Parnaso. En cuanto a poemas sueltos, tenemos —además de los sonetos insertados en el Quijote— otro atribuido con seguridad (pues lo reivindica orgullosamente en el Viaje) y tres dudosos.



Al túmulo del rey D. Felipe II en Sevilla

"¡Voto a Dios, que me espanta esta grandeza

y que diera un doblón por describilla!;

porque ¿a quién no suspende y maravilla

esta máquina insigne, esta braveza?

¡Por Jesucristo vivo! Cada pieza

vale más que un millón, y que es mancilla

que esto no dure un siglo, ¡oh, gran Sevilla!,

Roma triunfante en ánimo y riqueza!

Apostaré que el ánima del muerto,

por gozar este sitio, hoy ha dejado

el cielo, de que goza eternamente."

Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto

lo que dice voacé, seor soldado,

y quien dijere lo contrario, miente."

Y luego, encontinente,

caló el chapeo, requirió la espada,

miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.

———

Para las honras fúnebres de Felipe II, la ciudad de Sevilla construyó un suntuosísimo catafalco cuyo destino natural era ser destruido en pocos días, tras celebrarse las exequias; pero al comenzar estas se produjo una violentísima disputa entre las diversas autoridades por un puntillo de protocolo y se interrumpió la ceremonia, que no se reanudó hasta que —pasados un par de meses— el Rey resolvió el pleito.

Encontinente: prontamente, al instante.

Chapeo: sombrero.



Diálogo entre Babieca y Rocinante (de la Primera Parte del Quijote)

—¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?

—Porque nunca se come y se trabaja.

—Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?

—No me deja mi amo ni un bocado.

—Andá, señor, que estáis muy mal criado,

pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.

—Asno se es de la cuna a la mortaja.

¿Queréislo ver? Miradlo enamorado.

—¿Es necedad amar? —No es gran prudencia.

—Metafísico estáis. —Es que no como.

—Quejaos del escudero. —No es bastante.

¿Cómo me he de quejar, en mi dolencia,

si el amo o escudero o mayordomo

son tan rocines como Rocinante?

———

Andá: andad.

Rocín: mal caballo; insulto.



Soneto (atribuido)

Maestro era de esgrima Campuzano,

de espada y daga diestro a maravilla,

rebanaba narices en Castilla,

y siempre le quedaba el brazo sano.

Quiso pasarse a Indias un verano,

y vino con Montalvo el de Sevilla;

cojo quedó de un pie de la rencilla,

tuerto de un ojo, manco de una mano.

Vínose a recoger a aquesta ermita

con su palo en la mano, y su rosario,

y su ballesta de matar pardales.

Y con su Madalena, que le quita

mil canas, está hecho un San Hilario.

¡Ved cómo nacen bienes de los males!

———

También atribuido a D. Diego Hurtado de Mendoza.

Venir con: enfrentarse (no lo trae el DRAE).



Soneto (atribuido)

Un valentón de espátula y gregüesco,

que a la muerte mil vidas sacrifica,

cansado del oficio de la pica,

mas no del ejercicio picaresco,

retorciendo el mostacho soldadesco,

por ver que ya su bolsa le repica

a un corrillo llegó de gente rica

y en el nombre de Dios pidió refresco:

—Den voacedes, por Dios, a mi pobreza;

—les dice— donde no, ¡por ocho santos!,

que haré lo que hacer suelo sin tardanza.

Mas uno que a sacar la espada empieza,

—¿Con quién habla —le dijo— el tiracantos?

Si limosna no alcanza,

¿qué es lo que suele hacer en tal querella?

Respondió el bravonel:—Irme sin ella.

———

Gregüesco: Calzón muy ancho que se usaba en los siglos XVI y XVII.

Tiracantos: Hombre despreciable.

Bravonel: Fanfarrón.



A la entrada del Duque de Medina en Cádiz (atribuido)

Vimos en julio otra semana santa,

atestada de ciertas cofradías

que los soldados llaman compañías,

de quien el vulgo, y no el inglés, se espanta.

Hubo de plumas muchedumbre tanta,

que, en menos de catorce o quince días,

volaron sus pigmeos y Golías,

y cayó su edificio por la planta.

Bramó el becerro y púsolos en sarta,

tronó la tierra, escureciose el cielo,

amenazando una total ruïna,

y al cabo, en Cádiz, con mesura harta,

ido ya el conde, sin ningún recelo,

triunfando entró el gran Duque de Medina.

———

Durante varios días del mes de julio de 1596 una expedición inglesa al mando de Lord Essex (elconde) saqueó a placer la ciudad de Cádiz. Cuando los ingleses ya habían levado anclas llegó a ella el duque de Medina Sidonia con un vistoso ejército, que aquí se compara con una cofradía de Semana Santa. El segundo jefe de este ejército era el capitán Becerra (el becerro).

Plumas: sutil forma de llamarlos gallinas.

Golías: el gigante bíblico Goliat.