Monday, July 17, 2017

Don Antonio de Solis

Otro historiador juguetón

Don Antonio de Solís y Rivadeneira nació en Alcalá de Henares (Madrid) el 18 de julio de 1610. Estudió en las universidades de Alcalá y Salamanca. Fue secretario del Conde de Oropesa, oficial de la Secretaría de Estado, Secretario de su Majestad, y su Coronista mayor de las Indias. A los cincuenta y siete años de su edad recibió las órdenes sacerdotales. Murió en Madrid el 19 de abril de 1686.

En su tiempo fue popular por las comedias que escribió en el estilo de Calderón. La posteridad académica lo reverenció por su clasicista Historia de la conquista de México, población y progresos de la América septentrional, conocida con el nombre de Nueva España, publicada en 1684 y reimpresa muchas veces. Aquí nos interesan sus Varias poesias sagradas y profanas, póstumamente dadas a la imprenta por Juan de Goyeneche (aquí).

En 1968 Manuela Sánchez Regueira publicó de ellas una edición crítica. Presentamos una selección de sonetos y obras menores de carácter jocoso o satírico; en esta vena escribió también romances, jácaras y otras composiciones.



Comencemos con un par de sonetos paródicos:

A la rosa, moralidad burlesca

Viene abril y ¿qué hace? En dos razones
viste a un rosal de hojas que ha tejido

y luego toma y dice: "Este vestido

tiene ojales; pues démosle botones."

Dáselos, y los rompen a empujones
las hormillas, que el tiempo ha colorido,

ascuas hoy, que la púrpura ha encendido

de los que eran ayer verdes carbones.

Nace la rosa pues y, apenas deja
el botón, cuando un lodo la salpica,

un viento la sacude, otro la acosa,

ájala un lindo, huélela una vieja
y al fin viene a parar a la botica;

si esto es ser rosa, el diablo sea rosa.

———



Habiéndose hecho a la peste de Milán más de doscientos sonetos en Madrid

Cielos, ¿después de tantos daños, éste?

¡Pobre de mí, Milán amilanada,

más que a polvos, a versos apestada,

que habrá soneto que a la peste apeste!

Aquí de Dios, poetas, turba agreste:

¿no me bastaba estar polvorizada?

Amainad, amainad la sonetada,

que, mal por mal, me quiero más mi peste.

Piedad, oh peste de segunda mesa;

menos rigor, que ya de peste pasas

y no hay acá san roques de concetos.

La otra cesó ya, y ésta no cesa;

¡Ay de mí, que del fuego di en las brasas!

¡Ay de mí, que de peste di en sonetos!

———

En la gran peste de Milán (1629-1630) murieron 60.000 de sus 130.000 habitantes. Fue tema de innumerables sonetos morales (entre ellos, uno de Solís). Nótese que Solís tenía entonces unos veinte años.

polvorizada: se creía que esparcir ciertos polvos prevenía contra la peste. san roque:San Roque es el santo protector contra la peste. conceto: "concepto", o sea, sentencia, agudeza, dicho ingenioso.



Ahora, algunos juegos de ingenio cortesano:

Siendo Secretario de una Academia, hizo estas Cédulas para el principio

Una dama examinada de poeta lírica, y que sabe como ha de poner los pies en el suelo un soneto, y una Redondilla, no se atreve a meterse a Cómica, porque teme andar en malos pasos. Pide consejo a la Academia.

Siendo mujer la tal, pierda estos miedos;

que hacer comedias es hacer enredos.

———



Un poeta cómico, que es tan desdichado, que todos le silban, y tan modesto, que no sabe tapar la boca a nadie; pide remedio para que los mosqueteros no escuchen siempre sus comedias con la boca abierta.

Si ellas son buenas y pocas,

cesarán sus alaridos,

que el mal está en los oídos,

aunque les sale a las bocas.

———



Motes de galanes y de damas

...
Este, aunque le veis tan grave,

tan pálido y tan entero,

es un poco majadero.

Este mozo es impotente

y lo fue desde rapaz:

redondilla, vete en paz,

y cuentáselo a tu gente.

...
Aunque veis que en componerme

gasto mi tiempo y mi resto,

más simple soy que compuesto.

...
Este mozo es muy valiente;

pero corre lindamente.

Y es tan bobo, y tan compuesto,

que se habrá corrido desto.

...

———



Por último, algunos epigramas convencionales:

A un hombre que sufría las faltas de su mujer

Fabio, pues no miras esa

carga, que en tu frente ya

fija y arraigada está,

sin duda, que no te pesa;

¡Válgate Dios por prudente

y reportado varón!

Si no has de ver tu armazón,

¿para qué la traes en frente?

———



A un hombre que tenía mal francés

Tú, por tus pasos contados,

te vas a Martín Antón

a tener entre llagados

un dolor de tus pecados

sin acto de contrición.

———

mal francés: sífilis. Antón Martín: Hospital fundado por Antón Martín en lo que hoy es la plaza que lleva su nombre. Sifilíticos y demás enfermos eran allí atendidos.



A una dama, habiendo sabido que eran cuatro sus amantes

Tres supe ayer que tenías

y hoy he sabido otro más;

niña, a esta cuenta tendrás

más longanizas que días.

Las mañas de treinta tías

amor en tu pecho ha puesto;

pero ya que estoy dispuesto

a entrar en tu laberinto,

pasaré por ser el quinto

por irme acercando al sesto.

———

longanizas: el refrán es "hay más días que longanizas". Solís le da la vuelta y juega con la forma fálica del embutido. tía: "prostituta", dice el DRAE. Yo juraría que es "mujer que regenta un prostíbulo", pero no voy a discutir con Pérez Reverte. sexto: el sexto mandamiento, o sea, tener acceso carnal.



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