El fiscal polemista
Don Juan Pablo Forner y Segarra nació en Mérida (Badajoz) el 17 de febrero de 1756 y murió en Madrid el 16 de marzo de 1797. Estudió leyes en Madrid y Toledo y fue profesor en la Universidad de Salamanca, fiscal del crimen de la Audiencia de Sevilla y fiscal del Consejo de Castilla. Culto, honrado y vehemente, satirizó los vicios de la sociedad y las letras de su tiempo y polemizó con famosos literatos como Iriarte, Huerta o Trigueros.
Escribió en prosa varias obras en su día muy comentadas, como la Oración apologética por la España y su mérito literario (en respuesta al despectivo artículo dedicado a España en la Encyclopédie). Sus obras poéticas fueron publicadas por Cueto en el volumen II de Poetas Líricos del Siglo XVIII, tomo LXVIII de la Biblioteca de Autores Españoles, a partir de borradores autógrafos conservados por la familia. Afirma Cueto haber suprimido "por exceso de familiaridad chocarrera" algunas composiciones cuya copia se conserva en la Biblioteca Nacional. Ya que el gusto de hoy se inclina precisamente a la familiaridad chocarrera, cualquier día las veremos impresas en papel verjurado.
Comencemos con un epigrama exculpatorio:
Que siempre lastime y hiera
mi estilo en prosa y en verso
culpas, Lupo. Mas espera;
si tú no fueras perverso,
di, ¿satírico yo fuera?
Hablar bien de tu codicia,
disolución y malicia
fuera calumnia mortal;
hablar mal del que obra mal,
Lupo, es hacerle justicia.
———
v. 2: estilo es "instrumento de escritura".
Y ahora, unos cuantos contra escritores e intelectuales:
Tan grandes son las acciones
y tan miserables son
los versos con que Cleón
las rebuzna en sus canciones,
que al verte, Conde, sus dones
admitir tan placentero,
o que no los lees infiero,
o que entra en tu heroicidad
la heroicísima bondad
de que te elogie un coplero.
———
Extrañas que tan crüeles
sean los fríos este invierno...
¿No ves que en él de Cleón
los epigramas salieron?
———
Frialdad: "Dicho o hecho fuera de propósito."
Al ídolo del vulgo
—A cervelo liviano de chorlito
añade el casco de coplista hambriento,
la lengua de escorpión duro y violento
y la frente al estilo de cabrito;
cual de envidioso can, ojo maldito
de fulminante rabia; de jumento
el labio; y al pintar su pensamiento
copia en él la ignorancia en infinito.
Si acordar, oh pintor, quieres sus glorias,
ciñe su sien de cardos; siempre abierta
la boca, burros mil en torno giran...
—Pintele y no salí de tus memorias.
Más, ¿qué animal es este? —El grande Huerta.
—Si este es él, ¿qué serán los que le admiran?
———
v. 1: Cervelo: "cerebro". v. 12: Memoria: "Exposición de hechos, datos o motivos referentes a determinado asunto." v. 13: Vicente García de la Huerta, una de las bestias negras del buen Forner.
Contra los semieruditos
sátiras hace Cleón
gastando en la reprensión
trescientos versos malditos.
Cuánto es pródiga de más
su caridad, ved aquí:
deja de curarse a sí
por curar a los demás.
———
Que en las gacetas publique
Cleón su saber, no extraño;
que el que es solo una gaceta,
solo en gacetas es sabio.
———
Gaceta: "Publicación periódica" pero también "correveidile".
Pasemos a la sátira de costumbres:
En casa, en palacio, en calles,
cual sombra tuya, ¡oh Seyano!,
te sigue y te adula Hircano
para que a mano le halles.
¿Te fatiga? No batalles
sobre qué medio darás
para no verlo jamás:
deja, Seyano, tu puesto;
de él te librarás bien presto
y de ti nos librarás.
———
Murió Espurio el avariento
y, aun en la muerte mezquino,
a un ruinísimo sobrino
dejó el tesoro opulento.
La muerte misma quedó
vencida en ardid tan raro:
pudo matar al avaro,
pero a la avaricia no.
———
Con Juan hablé mal de Pablo,
con este hablé mal de Juan;
sábenlo y conmigo están
por esto dados al diablo.
Con gusto Pablo me oía,
con gusto Juan me escuchaba,
y uno y otro me incitaba;
¿en qué pues, los ofendía?
———
A un muchacho que ignoraba
a quién por padre tenía
y que piedras cierto día
a muchos hombres tiraba,
uno le dijo: "No quieras
tan malvado, niño, ser,
porque puede suceder
que a tu padre entre ellos hieras."
———
De que te ha nacido un hijo
me pides la enhorabuena;
Cornelio, con tus amigos
ya desempeñé esa deuda.
———
¿Qué dirá la grave historia
de nuestros famosos tiempos,
que a un magistrado dan mil
y a un capón doce mil pesos?
———
Capón: "Dicho de un hombre o de un animal: castrado". Los cantantes castrados erán las estrellas de aquel tiempo.
A un peluquero
Tú que adulteras las divinas trazas
del Supremo Hacedor y desfiguras
el honor de sus nobles esculturas
cuando en formas grotescas las disfrazas,
pues haces que a tus peines y tenazas
se sujeten grandezas y hermosuras
y al araño que encrespa tus hechuras
deben ya autoridad las calabazas:
crina mi frente con la rucia cola
de un próvido rocín que entre sus cerdas
nutrió la majestad jurisconsulta.
Crínala; que la Temis española
sin ti no puede dar sentencias cuerdas
y sus dones a Dios le dificulta.
———
v. 12: Temis: la Justicia. Forner se burla de la antigua costumbre de los magistrados de llevar una peluca larga y rizada. Jovellanos, alcalde del crimen en Sevilla, no la siguió, y causó gran revuelo.
Y por último unos toques eróticos:
—¿Por qué Rita, que es tan sabia,
ama a Babio, mal poeta,
y siendo en todo discreta
en esto su juicio agravia?
—Floro, corta es tu experiencia;
aunque más sabias las vieres,
nunca llega en las mujeres
hasta la cama la ciencia.
———
Convidome a merendar
doña Juana el otro día;
púsome ensalada fría,
agua pura y necio hablar.
Mostrome después el lecho
y dijo: —Si usted ahora...
—Voy a pasear, señora,
porque estoy muy satisfecho.
———
Tu finges que no me quieres
y yo finjo que te adoro;
tú, Lelia, eres rica en oro
y en años también lo eres.
Déjate de dengues ya,
que si en pobreza nos vemos
ni tú ni yo fingiremos
y entonces, ¿quién perderá?
———
Cuatro horas gasta en peinarse
la graciosísima Inés,
en atavïarse tres,
y cuatro en beber y hartarse.
Nadie la culpe en rigor
de su odioso proceder:
lo que ella tiene que hacer
de noche se hace mejor.
———
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